martes, 27 de septiembre de 2016

irrefutable palabra de Dios

LA  IRREFUTABLE PALABRA DE DIOS
(Parte I)
Por Wally Santos



Examinando las páginas de la historia de la humanidad, observamos que muchos han sido los personajes que han intentado desvirtuar la bendita Palabra de Dios, otros desde un lugar privilegiado la prohibieron por algún tiempo, y otros hasta asesinaron por frenar su divulgación a los pueblos.  Sin embargo, la Palabra de Dios continúa pregonándose a las naciones y hoy más que nunca su divulgación es masiva a todo el mundo.

Muchas veces, los nacidos de nuevo de diferentes épocas de la historia cristiana se han preguntado el por qué ocurren persecuciones a los feligreses por el simple hecho de llamarse cristianos, y en algunos lugares son violentados sus derechos como humanos por sólo predicar acerca del Plan de Dios para el hombre.   Y en esa mayor parte de ocasiones, los cristianos no son conscientes que la misma Palabra de Dios nos advierte que, los que quieran vivir piadosamente padecerán persecución (2 Tim.3:12) y que el reino de las Tinieblas tiene como finalidad impedir la divulgación de tal Plan Divino.

Hordas incontables de espíritus malos están por todo el mundo tratando de impedir que el Mensaje  de Salvación llegue a todas las personas, atacando de diversas formas.  “Porque no es nuestra pelea solamente contra hombres de carne y sangre…” (TA), decía el apóstol Pablo.

“Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.”   (Efesios 6:11-13 LBLA)

El cristiano sincero que reflexiona en todo esto dirá en algún momento de dificultad que quizá Dios se ha olvidado de él, o por qué Dios le permite al diablo y sus huestes tales situaciones infortunadas, o simplemente no entiende el por qué el Señor permite esas cosas dolorosas en su vida.  Sin embargo, por medio de la Palabra de Dios entendemos que son muchas las causas por las cuales Dios permite algunas adversidades a su pueblo, y me llama mucho la atención que el pueblo de Israel, en estos casos que mencionaré, sufría por causa de la desobediencia a las instrucciones de Dios.

Al ver cuidadosamente en la Biblia, notamos que Dios, usando a sus santos profetas, le advertía al pueblo de Israel sobre eventos dolorosos que habrían de venir si no enderezaban sus caminos por el sendero de la Palabra de Dios.  Por alguna razón que los humanos no entendemos, Dios eligió al pueblo de Israel para darnos ejemplos a nosotros, los que estamos viviendo este tiempo glorioso de la Iglesia de Jesucristo, para que aprendamos por medio de esa “nación-ejemplo” que vemos en el Medio Oriente.  Pablo dijo en 1 Corintios 10:11 que todas las cosas que les sucedieron a los israelitas FUERON ESCRITAS como enseñanza PARA NOSOTROS:

“Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza PARA NOSOTROS, PARA QUIENES HA LLEGADO EL FIN DE LOS SIGLOS.” (LBLA)

Vemos en la historia de los israelitas que Dios quería llevar a ese pueblo por una ruta de obediencia, pero ellos (a veces) querían irse por otro camino, y eso los conducía a la severa vara de Dios.

Los profetas que Dios utilizó, marcó una gran diferencia entre el pueblo de Dios (Israel) y los otros pueblos.  A tal punto que muchos pueblos vecinos se maravillaban de cómo el Dios de los hebreos castigaba a Israel si no obedecían a sus leyes.  Una de esas hermosas historias narradas en la Biblia, es la historia de Ruth y Noemí (Libro de Ruth). 

Noemí fue una mujer israelita que fue a vivir con su familia (esposos y dos hijos) a una tierra de paganos (Moab), huyendo por el hambre en su tierra. Allí en Moab, sus hijos consiguieron mujeres y se casaron, pero tanto el esposo de Noemí como sus dos hijos hicieron lo malo ante Dios, y Él los eliminó.  Es obvio que sus dos nueras observaron que el Dios de Noemí, era un Dios VIVO, y que castigaba a los desobedientes, pero bendecía a quienes les obedecían.  Así que las dos nueras de Noemí (Ruth y Orfa) tenían qué decidir si irse con Noemí de regreso a Israel o quedarse en Moab.   Noemí les dice que no es obligación de ellas irse de su pueblo hacia Israel.  Orfa luego de llorar por la despedida se regresa a su familia (pagana), pero Ruth (también llorando) decide irse con Noemí diciéndole estas palabras:

Ruth decide acompañar a Noemí


“… No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, Y TU DIOS MI DIOS.”  Ruth 1:16  (LBLA).

Para que Ruth tomara la importante decisión de irse con su suegra a Israel, seguramente fue porque notó que el Dios de Noemí (la israelita), era UN DIOS VIVO, pues había matado al esposo e hijos de Noemí, mientras que los dioses que ella conocía de su pueblo Moab, ni “Fu ni Fa” (es decir, no hacían nada).  Ruth sabía que los dioses que ella y su familia adoraron durante toda su vida, jamás les habían respondido nada, eran dioses muertos.   Pero entonces, Ruth, conoció a través de Noemí, que el Dios de los hebreos era diferente, era (y es) el Dios de los Cielos, y que reina por siempre.

Cuando Ruth decide seguir a Noemí, es porque de ahora en adelante el Dios de Noemí, “sería su Dios” también.  Sin lugar a dudas, Ruth se había enamorado de ese Dios Vivo, a pesar que le había matado a su marido.  Y por supuesto, más adelante el Señor honra a Ruth y le da un nuevo esposo, rico y temeroso de Dios. Fue a tal punto la bendición que Dios le dio a Ruth, que le permitió llegar a formar parte de la genealogía de su Hijo Jesús, el Salvador del mundo.  ¿Una ex – pagana llega a ser parte de la genealogía de Cristo Jesús?  Sí, así son los planes eternos de nuestro bendito Dios.  De la unión de Ruth (moabita) y Booz (Israelita) vino la genealogía de Jesús.

Así como Ruth, de un pueblo pagano, se convirtió al Dios de Israel porque vio que era un Dios vivo, así también vemos que muchos “extranjeros” de Israel adoptaban a ese bendito Dios como su Dios también.   Pero… ¿qué era lo que ellos veían en este Dios tan especial?  Veían que lo que Dios le anunciaba a Israel por medio de sus santos profetas, SE CUMPLÍA.

Vemos a un profeta de Dios como lo fue Jonás (aunque algo terco), que ante su mensaje de destrucción (de parte de Dios) sobre Nínive, toda esa nación se convirtió a Dios.  Aunque más adelante se desvían nuevamente y les viene la destrucción, como lo fue anunciado por los profetas.


El Profeta Daniel vio más allá que cualquier otro profeta



LA IRREFUTABLE PALABRA DE DIOS SE CUMPLE

En la Biblia encontramos muchas profecías que fueron dichas por los profetas de Dios y la gran mayoría, ya se cumplieron.  Sólo faltan algunas que se cumplirán en nuestro tiempo, y otras más para el futuro cercano.  Sin embargo, cuando revisamos algunas de esas profecías ya cumplidas, notamos lo irrefutable que es la bendita Palabra de Dios, y me impresiona cómo ese cumplimiento es tan “matemáticamente exacto” y maravilloso.

Realmente no me explico cómo algunos cristianos actuales no les interesa mucho leer la Palabra de Dios, menos aún estudiarla.  La Biblia es un manantial interminable de enseñanzas, revelación de misterios y secretos de Dios, sencillamente la Biblia es un libro del cual yo estoy enamorado, porque me habla de ese bendito Dios del cual se enamoró Ruth, y del cual yo también me enamoré.  Y mayormente, cuando veo que la Palabra de Dios tiene un fiel cumplimiento en la historia de la humanidad.  Veamos algunas de esas maravillosas profecías dichas por algunos profetas de Dios y su fiel cumplimiento.

En primer lugar, debemos entender que hay profecías dichas para Israel, otras para las naciones del mundo, y otras para la Iglesia-Novia.  Pero una de las profecías que me impresionan mucho y cada vez que medito en ella me eriza la piel y me hacen brotar lágrimas de gozo por su fiel cumplimiento, es la que anunciaba la llegada del Mesías Salvador.  Por supuesto, profecías acerca de la venida del Mesías Salvador hay muchas en la Biblia, pero veamos esta:



1)   PROFECÍA DEL ADVENIMIENTO DEL MESÍAS
   (CONTENIDA EN LA PROFECÍA DE LAS SETENTA SEMANAS.)

Al profeta Daniel le es dicho por medio de un ángel del Señor estas palabras:

“Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.
Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en tiempos de angustia.
Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin vendrá con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.”  (Daniel 9:24-26 LBLA)

Esta profecía de “las Setenta Semanas” es una de las más profundas contenidas en la Palabra de Dios, porque nos habla acerca de muchos eventos en el tiempo, especialmente nos habla de escatología (eventos del futuro),  y uno de esos eventos es acerca de la venida del Mesías y su muerte (en el tiempo de Daniel aún era en futuro, unos 500 años antes).  Esta profecía de las “Setenta Semanas” aún está vigente, y ha tenido cumplimiento en algunos aspectos, pero faltan otros por cumplirse.  Sin embargo centremos nuestra atención en lo referente a la primera venida del Mesías Salvador.


Si usted desea estudiar más a fondo la profecía de las 70 SEMANAS”, ingrese a este link.


Esta profecía de las “SETENTA SEMANAS”, abarca prácticamente toda la historia de Israel a partir de su regreso del cautiverio babilónico ocurrido aprox. en el año 536-535 AC. (Según algunos historiadores), y específicamente desde que se diera la orden de reconstruir Jerusalén (444-445 A.C. Aprox según otros investigadores bíblicos), hasta el surgimiento del Anticristo y su respectiva destrucción por parte del Señor (esto aún en un futuro cercano).  Sin embargo,  en esa profecía se le dijo a Daniel que habría 3 etapas de cumplimiento, una que abarcaría 7 semanas, otra de 62 semanas y otra final de 1 semana, dando un total de 70 semanas.  Aunque debemos entender que aquí cada semana equivale a 7 años, y el calendario que utilizaban ellos era el “lunar” (nosotros utilizamos el “solar” con 365.25 días por año aprox.).

En otras palabras, habría un período de 49 años a partir de que se diera la orden de edificar Jerusalén, otro periodo de 434 años, y luego otro periodo de 7 años.

Lo impresionante de esta profecía de las 70 Semanas, es que las dos primeras etapas YA SE CUMPLIERON, y sólo está pendiente la etapa final que corresponde a la semana número “Setenta” de la profecía de Daniel y luego el fin.  Pero curiosamente esa última semana es conocida en la Biblia también, como “La Gran Tribulación”.   Ese período aún está en el futuro cercano para nosotros.  ¿Pero qué tan cercano?... Uff… MUY CERCANO.  Basta con decirle que, con sólo observar el panorama mundial, yo observo que los tres actores principales que tendrán una gran relevancia durante la Gran Tribulación YA están en el escenario mundial (El Anticristo, El Falso Profeta, y los 10 reyes sin reino que menciona Apocalipsis).

Entonces, si ya están esos tres actores del escenario final, ¿quiere decir que ya estamos en la Gran Tribulación? NO,  Por misericordia de Dios aún no ha empezado ese terrible período, pero está a las puertas y es inminente (que llegará, va a llegar). Luego de la semana 62 (de la segunda etapa de cumplimiento), como que se abrió un paréntesis en el tiempo y luego viene la semana número 70 de esta tremenda profecía para Israel.  Hoy el trato con Israel aún está en ese paréntesis de pausa en el reloj de Dios.  Pero ese trato se reanudará cuando inicie la Semana 70.  Mientras tanto, en ese paréntesis de tiempo para el trato con Israel, Dios está tratando con los gentiles, y el Espíritu Santo está formando a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo.

Ahora enfoquémonos en lo relacionado con la primera venida del Mesías.  A Daniel se le dijo que después de la Semana 62 (más las 7 anteriores = 69), se le quitaría la vida al Mesías y ocurrirían algunos eventos:

“Sábete, pues, y nota atentamente: Desde que salga la orden o edicto para que sea reedificada Jerusalén , hasta el Mesías príncipe, pasarán siete semanas, y sesenta y dos semanas; y será nuevamente edificada la plaza, o ciudad, y los muros en tiempos de angustia.  Y después de las sesenta y dos semanas SE QUITARÁ LA VIDA AL MESÍAS; Y NO SERÁ MÁS SUYO EL PUEBLO, EL CUAL LE NEGARÁ. Y un pueblo con su caudillo vendrá, y destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será la devastación, y acabada la guerra quedará establecida allí la desolación”.  Daniel 8: 25-26 (TA)

Estudiosos de la Escatología Bíblica lograron calcular que desde que se dio la orden de restaurar la ciudad de Jerusalén, se contaron las 69 semanas (7 semanas + 62 semanas), y esa orden se dio en el 1 de Nisán del año 20 de Artajerjes, según Nehemías. 2:1 (aproximadamente el 14 de Marzo del año 445 A.C.).   A partir de ese momento el reloj profético de Dios del trato con Israel se inicia para las 70 semanas.

La primera etapa de la profecía se cumple (final de las primeras 7 semanas), y esto ocurre cuando la ciudad y la plaza son terminadas de restaurarse en el año 395 A.C. aprox.  Luego vendría la siguiente etapa de 434 años (62 semanas), la cual culmina ASOMBROSAMENTE el  6 de ABRIL DEL AÑO 32 D.C.  Cuando JESÚS  ENTRA A JERUSALÉN montado en un borriquito, evento que también estaba profetizado en Zacarías 9:9.

“Regocíjate sobremanera, hija de Sion. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, MONTADO EN UN ASNO, EN UN POLLINO, HIJO DE ASNA.” (Zac. 9:9 LBLA)

Sólo en ese momento se cumplieron “matemáticamente” dos antiguas profecías bíblicas, la “llegada del Mesías a Jerusalén” para su preparación hacia su muerte dicha por el profeta Daniel unos 535 años antes, y “montado en un burrito”, como lo anunció el profeta Zacarías unos 520 años antes que ocurriera.   ¡¡QUÉ ASOMBROSO CUMPLIMIENTO DE LA PALABRA DE DIOS!!....”MATEMÁTICO”.

Además, el Señor Jesús, conociendo tales profecías acerca de Él, al entrar ese día sobre el burrito, pronuncia estas palabras (Lucas 19:42-44): 

“y dijo:  ¡Si sólo hubieras conocido a  los que vinieron para tu paz, A LO MENOS EN ESTE TU DÍA!   PERO AHORA ESTÁN OCULTOS A TUS OJOS.  Porque vendrán días cuando tus enemigos te sitiarán y por todas partes te pondrán en estrecho; y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”.  (Versión Aramea).

Aquí el Señor les decía a ellos que ése “DÍA” se estaba cumpliendo lo dicho por los profetas Daniel y Zacarías, pero que desafortunadamente, tal evento estaba “ocultos a los ojos de ellos”. Los israelitas no se dieron cuenta del cumplimiento profético de ése día, estuvo oculto a sus ojos.   Y más aún, Jesús dijo:  “AL MENOS EN ESTE TU DÍA”… ¿Qué día…?  El día 6 de Abril del año 32 D.C., día cuando se cumplió la Palabra de Dios dicha cinco siglos antes.  Es decir, ese día 6 de abril se cumplió matemáticamente la semana 69 de Daniel, y el momento de la muerte del Mesías, sólo era cuestión de un poco más de tiempo.  Daniel dijo: ““Y DESPUÉS de las sesenta y dos semanas SE QUITARÁ LA VIDA AL MESÍAS”.  Es decir, DESPUÉS del 6 de abril del año 32, Jesús moriría por los pecados de toda la humanidad.

Recuerde lo dicho por Daniel:
“y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías; y no será más suyo el pueblo, el cual le negará. y un pueblo con su caudillo vendrá, y destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será la devastación, y acabada la guerra quedará establecida allí la desolación”.  Daniel 8: 25-26 (TA)

Allí leemos que su pueblo le negaría y luego vendría la destrucción sobre la ciudad de Jerusalén por medio de un caudillo.  Jesús también hace mención de ese fatídico día para Jerusalén y profetiza diciendo:

“y dijo:  ¡Si sólo hubieras conocido a  los que vinieron para tu paz, a lo menos en este tu día!   pero ahora están ocultos a tus ojos.  PORQUE VENDRÁN DÍAS CUANDO TUS ENEMIGOS TE SITIARÁN Y POR TODAS PARTES TE PONDRÁN EN ESTRECHO; Y TE DERRIBARÁN A TIERRA, Y A TUS HIJOS DENTRO DE TI; Y NO DEJARÁN EN TI PIEDRA SOBRE PIEDRA, POR CUANTO NO CONOCISTE EL TIEMPO DE TU VISITACIÓN”.  (Lc. 9:42-44 Versión Aramea).

Y así fue,  el pueblo de Israel negó a su Señor y lo rechazó.  En lugar de pedir que liberaran al Justo, cuando Pilato lo presentó ante la multitud, la gente pidió al delincuente Barrabás para que lo soltaran (Lc. 23:13-25), y el Justo murió por los injustos (incluidos nosotros allí).  Él murió por toda la humanidad que lo quiera recibir como Su Salvador.

Años más tarde, se cumple lo profetizado por Daniel y Jesús, Jerusalén es sitiada por los romanos y luego destruida.  Los soldados romanos destruyen por completo Jerusalén y su amado templo (año 70 D.C.), sin dejar piedra sobre piedra del templo hasta hoy.  El caudillo que menciona Daniel era el general Tito, quién comandó los ejércitos romanos en aquella revuelta del año 70 D.C. 

Vemos que todos estos eventos profetizados por los profetas de Dios, tuvieron su fiel cumplimiento.  Y las palabras de Jesús resuenan de nuevo… “SI SÓLO HUBIERAN CONOCIDO EL DÍA DE SU VISITACIÓN”.   Aparte de todo esto,  cuando Pilato les ofrece soltar a uno de los dos condenados a muerte, y ellos escogen a Barrabás, Pilato después de lavarse las manos simplemente les dice:

“…Soy inocente de la sangre de este justo; ¡allá vosotros! Y respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡CAIGA SU SANGRE SOBRE NOSOTROS Y SOBRE NUESTROS HIJOS! Entonces les soltó a Barrabás, pero a Jesús, después de hacerle azotar, le entregó para que fuera crucificado.” (Mat. 27:24-26  LBLA)

Por esa razón, a partir de allí, los judíos sufrieron su segunda gran dispersión y casi aniquilación, quedando sin nación, sin una tierra a la cual ellos pudieran llamar “mi país”, sino hasta 1948, año en que milagrosamente vuelven a ser una nación (su primera gran dispersión fue durante la invasión y el cautiverio babilónico en 606 A.C.).   Después del año 70 D.C. los judíos fueron perseguidos, atribulados, asesinados y llevando tras sí muchas tribulaciones.  Aunque la mayoría de ellos fueron prósperos negociantes en el mundo, el dolor de su corazón por no tener una patria siempre fue real en sus vidas.  Muchos de ellos se preguntaban generación tras generación del… ¿Por qué tanto sufrimiento para el pueblo judío?, pero ellos no sabían que sus antepasados, los religiosos y pueblo del tiempo de Pilato, pronunciaron esta terrible declaración sobre sus descendientes: “¡CAIGA SU SANGRE SOBRE NOSOTROS Y SOBRE NUESTROS HIJOS!”.   Allí ellos “ataron” a sus descendientes al sufrimiento.  ¡QUÉ TERRIBLE DECLARACIÓN!.



2)   PROFECÍA ACERCA DE LA MUERTE DEL MESÍAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Otra de las tremendas profecías acerca de Jesucristo, son las relacionadas con la muerte del Mesías cuando fuera rechazado por su pueblo, Israel.

Sin lugar a dudas, uno de los temas más importantes mencionados en la Biblia es acerca del Sacrificio del Cordero de Dios que quitaría el pecado de los pecadores, si acaso estos aceptan tal sacrificio.   Bien sabemos que el Sacrificio de este Cordero Santo puede abarcar a todo aquel que se acoge de este beneficio.   Si todo el mundo aceptara ese beneficio, seguramente todos serían perdonados y salvos; sin embargo, por las mismas Escrituras, sabemos que no todos se acogerán a este beneficio que Dios nos dejó.  La gran mayoría de la humanidad elige el pecado, se deleita en él y lo promueve, alejándose así de Dios.  Actitud que los lleva irremediablemente a la perdición eterna. 

Por otro lado, existe otro grupo de personas que aceptamos el bendito Sacrificio del Cordero Santo, el Hijo de Dios que vino a este mundo para morir por causa nuestra, pagando así nuestra deuda, y llevarnos a la salvación eterna, la salvación de todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo).

Es interesante observar en la Palabra de Dios, que hay muchas referencias en el Antiguo Testamento acerca del sufrimiento y muerte del Mesías Salvador.  Profecías que fueron dichas siglos antes que Jesucristo viniera al mundo para desarrollar su ministerio terrenal.  Pero haré referencia a algunas de ellas, y de esta forma poder ver lo impresionante que es la Palabra de Dios y cómo tuvo su fiel cumplimiento respecto a este tema.

Por ejemplo, el profeta Isaías menciona en su libro varias referencias a la muerte del Mesías, en todo el Capítulo 53 se habla exclusivamente de lo que habría de sufrir el Cordero de Dios,

    a) En el verso 53:2-3 se nos habla acerca de lo desfigurado que sería su semblante al recibir nuestro Señor Jesús, todos los vejámenes que le provocaron sus angustiadores antes de Crucificarlo.

“…no tiene aspecto hermoso ni majestad para que le miremos, ni apariencia para que le deseemos. Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos. “  (LBLA)

Estas palabras del profeta Isaías tuvieron su fiel cumplimiento en Mateo 27:28-31:

“y desnudándole,  le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas,  y una caña en su mano derecha;  e hincando la rodilla delante de él,  le escarnecían,  diciendo:  ¡Salve,  Rey de los judíos!  Y escupiéndole,  tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.   Después de haberle escarnecido,  le quitaron el manto,  le pusieron sus vestidos,  y le llevaron para crucificarle.”  (RV 60)

      b)  Isaías 60:4-5 también nos menciona que mediante ese sacrificio del Cordero de Dios,  nuestras enfermedades serían llevados sobre Él.

“Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y POR SUS HERIDAS HEMOS SIDO SANADOS.”  (LBLA).

El Apóstol Pedro, en su carta nos dice acerca del fiel cumplimiento de lo dicho por el profeta Isaías:

“Pues para esto fuisteis llamados;  porque también Cristo padeció por nosotros,  dejándonos ejemplo,  para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado,  ni se halló engaño en su boca;  quien cuando le maldecían,  no respondía con maldición;  cuando padecía,  no amenazaba,  sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,  para que nosotros,  estando muertos a los pecados,  vivamos a la justicia;  Y POR CUYA HERIDA FUISTEIS SANADOS.” (1 Pedro 2:21-24  RV60)



     c) Isaías 60:6-8 nos indica que el sufrimiento del Mesías sería por causa nuestra, sería llevado como Cordero al matadero, y no abriría su boca:

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,  cada cual se apartó por su camino;  mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él,  y afligido,  NO ABRIÓ SU BOCA;  COMO CORDERO FUE LLEVADO AL MATADERO;  Y COMO OVEJA DELANTE DE SUS TRASQUILADORES,  ENMUDECIÓ,  Y NO ABRIÓ SU BOCA. Por cárcel y por juicio fue quitado;  Y SU GENERACIÓN,   ¿QUIÉN LA CONTARÁ?  Porque fue cortado de la tierra de los vivientes,  y por la rebelión de mi pueblo fue herido.”  (RV 60)

En el cumplimiento de estas palabras proféticas, ya el apóstol Pedro lo dijo en las cita que antes mencionamos.  Sin embargo, al final de esta cita de Isaías, notamos algo muy peculiar, se habla de una “generación” que no podría ser contada.  Esa generación somos nosotros, los nacidos de nuevo que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador y han sido miles de miles desde la muerte y resurrección de nuestro Señor hasta nuestros días.   Cristo Jesús fue cortado de esta tierra de vivientes, pero dejó una gran descendencia tras sí. La nueva Raza que está siendo formada por el Espíritu Santo usando a los cinco ministerios hoy.

     d) El profeta Isaías también menciona que cuando el Cordero de Dios fuera muerto, moriría entre pecadores y su sepultura sería en la tumba de un rico:

“SE DISPUSO CON LOS IMPÍOS SU SEPULTURA, PERO CON EL RICO FUE EN SU MUERTE, aunque no había hecho violencia, ni había engaño en su boca.” Isa. 53:9 (LBLA)

“Por tanto,  yo le daré parte con los grandes,  y con los fuertes repartirá despojos;  por cuanto derramó su vida hasta la muerte,  Y FUE CONTADO CON LOS PECADORES, habiendo él llevado el pecado de muchos,  y orado por los transgresores. (Verso 53:12 RV60)

¡¡¡Asombrosamente!!! Esas palabras del profeta Isaías se cumplieron matemáticamente.  En el Evangelio de Mateo 27:57-60 se nos narra que un hombre rico (y prominente del concilio, según  Marcos 15:42-46), José de Arimatea, pediría el cuerpo muerto de Jesús y lo enterraría en la tumba que era para él mismo cuando muriera, pero la usó para la sepultura de Jesús.  La tumba era nueva, y figurativamente, Jesús estaba sustituyendo a José de Arimatea en su tumba. 

“Y al atardecer, vino UN HOMBRE RICO de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús. Este se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo entregaran. Tomando José el cuerpo, lo envolvió en un lienzo limpio de lino, Y LO PUSO EN SU SEPULCRO NUEVO que él había excavado en la roca, y después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue.”  (RV 60)

Además. Jesús murió entre dos pecadores, tal como el profeta Isaías lo dijo unos 500 años atrás:

“Crucificaron también con él a dos ladrones,  uno a su derecha,  y el otro a su izquierda. Y SE CUMPLIÓ LA ESCRITURA QUE DICE:  Y FUE CONTADO CON LOS INICUOS.”  (Marcos 15:27-28 RV 60)

    e) Con este sacrificio perfecto, Isaías dice que el Mesías tendrá una descendencia, que serán muchos y que habrán sido justificados por el Justo, cargando las iniquidades de ellos, y los días de esa  descendencia serán prolongados sus días (es decir eternamente):

“Pero quiso el SEÑOR quebrantarle, sometiéndole a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación, VERÁ A SU DESCENDENCIA, PROLONGARÁ SUS DÍAS, y la voluntad del SEÑOR en su mano prosperará. Debido a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, JUSTIFICARÁ A MUCHOS, Y CARGARÁ LAS INIQUIDADES DE ELLOS”  (Isa. 53:10-11  LBLA)

Jesús mismo, en su ministerio terrenal enseñó muchas veces que al seguirlo a Él, Él nos conduciría a la vida Eterna, pero el que lo rechace irá a la condenación eterna:

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,  así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE,  NO SE PIERDA,  MAS TENGA VIDA ETERNA. PORQUE DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO,  QUE HA DADO A SU HIJO UNIGÉNITO,  PARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE,  NO SE PIERDA,  MAS TENGA VIDA ETERNA.  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,  sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree,  no es condenado;  pero el que no cree,  ya ha sido condenado,  porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”  (Juan 3:14-18)

De igual manera, el Apóstol Pablo enseñaba a sus discípulos que al creer en Jesucristo, obtendríamos la Vida Eterna:

“Pero por esto fui recibido a misericordia,  para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia,  para ejemplo de los que habrían de creer en él PARA VIDA ETERNA.”  (1 Tim. 1:16 RV60)

“Pelea la buena batalla de la fe,  ECHA MANO DE LA VIDA ETERNA,  a la cual asimismo fuiste llamado,  habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.” (1 Tim. 6:12 RV60).

     f) Otros tres detalles muy impresionantes acerca de la muerte del Mesías, el Cordero de Dios, es que el Libro de los  Salmos indica que habrían tres momentos donde pasarían estas cosas:

“Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malhechores; ME HORADARON LAS MANOS Y LOS PIES.”  (Salmo 22:16 LBLA)

“Y POR COMIDA ME DIERON HIEL, Y PARA MI SED ME DIERON A BEBER VINAGRE.” (Salmo 69:21  LBLA)

“EL GUARDA TODOS SUS HUESOS;  NI UNO DE ELLOS SERÁ QUEBRANTADO.”  (Salmo 34:20 LBLA)

Y efectivamente así sucedió,  estas citas nos indican que lo dicho por el salmista, mil años atrás, se cumplió fielmente.  En la crucifixión horadaron sus manos y pies como ya sabemos:

CUANDO LE HUBIERON CRUCIFICADO,  repartieron entre sí sus vestidos,  echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.”  (Mar 15:24)

“Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz,  diciendo:  Eloi,  Eloi,  ¿lama sabactani?  que traducido es:  Dios mío,  Dios mío,  ¿por qué me has desamparado? Y algunos de los que estaban allí decían,  al oírlo:  Mirad,  llama a Elías. Y CORRIÓ UNO,  Y EMPAPANDO UNA ESPONJA EN VINAGRE,  Y PONIÉNDOLA EN UNA CAÑA,  LE DIO A BEBER,  diciendo:  Dejad,  veamos si viene Elías a bajarle. Mas Jesús,  dando una gran voz,  expiró.”  (Mar 15:34-37)

“Vinieron,  pues,  los soldados,  y quebraron las piernas al primero,  y asimismo al otro que había sido crucificado con él. Mas CUANDO LLEGARON A JESÚS,  como le vieron ya muerto,  NO LE QUEBRARON LAS PIERNAS.”  (Juan 19:32-33)


Estos tres detalles impresionantes ocurridos en el último momento en la vida del Mesías fueron dichos unos mil años atrás, antes que sucedieran, y Dios cumplió fielmente Su bendita Palabra Profética.  Sin embargo, estos sólo son algunos pocos ejemplos de las profecías dichas por los profetas acerca de la venida del Mesías y su muerte por causa de nosotros, para darnos la Vida Eterna.  Pero hay muchas citas más en la Biblia acerca de estos eventos, y los he mencionado para que tú puedas ver que la Biblia es la Palabra de Dios.

Continuaremos con más de estos interesantes hechos proféticos y su cumplimiento en la historia de la humanidad, en nuestra SEGUNDA PARTE, así que espéralo.  Bendiciones para tu vida, y agradeceré tus comentarios y las bendiciones que Dios te ha dado al leer estos artículos, en mi correo electrónico: wallysp77@gmail.com

Bendiciones y Hasta la próxima…