viernes, 29 de abril de 2011

Semana 70 de Daniel (II)

SEMANA  70 de DANIEL
(Parte II)

Por: Wally Santos

EL PUNTO DE PARTIDA DEL RELOJ


En primer lugar, hay un punto de partida en el reloj profético de 490 años. La primera oración de Daniel era para que Jerusalén fuera restaurada.

Recordemos que Jerusalén y el Templo fueron destruidos por los babilónicos en 586 A.C. y que Jerusalén se quedó desprotegida sin murallas y se convirtió en una simple sombra de lo que había sido. La oración de Daniel era para que se restaurara la ciudad y el Templo de acuerdo con las palabras de Jeremías.

Gabriel vino a contestar su oración que hacía referencia a su pueblo y a Jerusalén; primero le dijo a Daniel que un período de 490 años se establecería sobre su pueblo y sobre su ciudad (Daniel 9:24-25) y entonces le dijo cuándo empezaría este período, tal y como podemos leer, “desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”.

La orden de reconstruir Jerusalén determina el punto de partida del reloj Profético. Más adelante del versículo, Gabriel da más detalles sobre la orden de restaurar la ciudad de Jerusalén. La orden está caracterizada, según Gabriel, por tres cosas:

La Plaza, El Muro, Tiempos angustiosos (Según la Versión 60)

"se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos” (Versión RV60).

Estos datos son importantes porque separan otras dos órdenes que conciernen a la reconstrucción del Templo pero no a la reconstrucción de la ciudad. Según algunos teólogos e historiadores:

1. Ciro, el rey de Persia, ordena que el templo sea reconstruido y permite a los judíos que vuelvan en el 539 a.C. (Esdras 1.1-11).

2. Artajerjes, rey de Persia, le da al sacerdote Esdras una carta permitiendo y estimulando la adoración en el templo y los sacrificios en el Monte Moriah, pero no la reconstrucción de la ciudad y sus muros en el 458 a.C. (Esdras 7:11-26).

La oración de Daniel tuvo lugar en el primer año de Darío, hijo de Jerjes, aproximadamente entre el 539-538 A.C. Jerusalén estaba en ruinas, sin muro y sin templo, sólo era una sombra de lo que había sido. El reloj empieza con la orden de la reconstrucción de Jerusalén, más en concreto, del muro y de la plaza, 93 años después de su oración. En el libro de Nehemías, encontramos un registro de dicha orden. Nehemías era el copero de Artajerjes, rey de Persia, y 94 años después de que Daniel hubiera orado por la restauración de la ciudad de su pueblo, él también compartía esta preocupación por el estado de Jerusalén.
El templo fue reconstruido, pero los judíos tenían pocas ganas de volver a una ciudad desprotegida y sin muros. Por eso Nehemías oró para que la ciudad fuese restaurada.

El rey, viendo la tristeza de Nehemías, le preguntó por qué estaba triste y Nehemías se lo dijo. Artajerjes le concedió su petición y le dio órdenes de reconstruir las puertas de la ciudad y los muros (Nehemías 2:1-8).

Vers. 1 “Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia…”

Vers. 5 “y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.”

Vers.8. “…y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.”  (Nehemías 2: 1,5,8)

De acuerdo al criterio de algunos Teólogos, la orden se dio en Marzo/Abril del 444 A.C. El reino de Artajerjes empezó en el año 464 a.C., por lo tanto, éste era su vigésimo año de reinado. El mes de Nisán es el primer año en el calendario Judío y equivale a Marzo/Abril. El reloj de Dios empezó con la orden del rey de Persia.

LA LÍNEA DEL TIEMPO HASTA EL MESÍAS PRÍNCIPE:

Con el punto de partida establecido en “la salida de la orden”, la próxima división en el tiempo es “hasta el Mesías Príncipe”. Gabriel le informa a Daniel del tiempo establecido. El reloj empieza con la orden y continúa “hasta el Mesías Príncipe”.

La palabra “Mesías” significa ungido o escogido y hace referencia a reyes, sacerdotes y profetas, pero en última instancia la palabra hacía referencia a la venida de un Rey eterno que reinaría sobre el trono de David (2ª Samuel 7:13, Isaías 9:7, Daniel 7:14, Jeremías 23:5). Gabriel identifica a esta persona como el Mesías Príncipe o gobernador. La palabra hebrea para “príncipe” es dygn Nagiyd” y significa gobernante, líder, capitán o príncipe.

Gabriel divide el primer segmento (483 años) desde la orden hasta el Mesías príncipe en dos partes, la primera, que consta de un período de 7 semanas (7x7=49 años) y otro período de 62 semanas (62x7=434 años), dando un total de 483 años.

“habrá siete semanas y sesenta y dos semanas”

El reloj empieza con la orden y continúa durante 483 años hasta el Mesías el Príncipe. Este período de 483 años está dividido PERO ES CONTINUO. Las siete semanas, o periodo de 49 años, hacen referencia a la reconstrucción de Jerusalén en tiempos angustiosos, lo cual empezó con la orden en Nehemías 2:8, en Marzo del 444 A.C. y continuó durante los próximos 49 años. En Nehemías 2 al 7 se cubren los detalles de los tiempos angustiosos. Desde este punto hasta el Mesías Príncipe pasarían otros 434 años. A esto se refiere Daniel 9:25 cuando dice lo de “en tiempos angustiosos"

Este segundo período, "Hasta el Mesías el Príncipe" de 434 años a partir del momento en que el trabajo de Nehemías y sus sucesores se completa. Pero, ¿quién es este Mesías Príncipe o gobernador ungido? ¿Podría ser cualquier rey o gobernador de Judá? No, porque, para empezar, el Mesías tiene que encontrarse en la línea de tiempo, lo que significa que tendría que existir y ser eliminado al final de las 69 semanas o 483 años, tomando como punto de partida la orden dada en el 444 A.C.


jueves, 28 de abril de 2011

Semana 70 de Daniel

SEMANA  70 de DANIEL
 (Parte I)
Por: Wally Santos


Todo cristiano en su proceso de crecimiento espiritual, llega el momento en que se interesa en la Profecía Bíblica y en los eventos que sucederán en el futuro cercano. Hablar de Escatología, es hablar de los eventos futuros desde el punto de vista de la Biblia. Me gusta mucho la Escatología y gran parte de mi estudio bíblico lo dedico a esta rama de la Teología. Durante algún tiempo me he sentido motivado a escribir algo respecto a la “Semana Setenta de Daniel” y varios amigos me han sugerido que escriba algo al respecto.

Este tema, “Semana 70 del profeta Daniel”, es muy profundo y da lugar a muchas interpretaciones. He leído muchos libros de escritores cristianos que han abordado este interesante tema y he escuchado muchas mensajes de connotados predicadores, y cada uno tiene su punto de vista de interpretación. Sin embargo te diré, estimado lector que, en primer lugar, debemos entender algo, en Escatología “nadie tiene la última palabra”. Lee detenidamente estas líneas, y analiza lo que Dios me ilumina para escribir este tema. No pretendo tener la verdad absoluta, porque NO LA TENGO (ni creo que nadie la tenga). Dios es tan sabio, que ha repartido sus dones a todo el cuerpo de Cristo diseminado por todo el mundo. Es decir que, ninguna congregación, tiene TODOS los dones del Espíritu Santo, ni todos los dones del Hijo, ni toda la revelación de su Palabra. A algunos, Dios les revela unas cosas preciosas, tremendas y a otros, otras cosas. Pero sí creo algo muy profundamente, que conforme se acerque el clímax del cumplimiento de las profecías del Tiempo Final, Dios irá iluminando y revelando Su Palabra, para que la entendamos mejor cada día conforme nos acerquemos a esos eventos finales.

Mi padre espiritual (el pastor Dr. Othoniel Ríos) decía respecto a la escatología que “Todos los que han puesto fechas se han equivocado”. Y con el pasar de los años, y mis observaciones a este interesante tema, veo que él tenía razón (pues él ya partió a la presencia del Señor). El único que tiene la ULTIMA PALABRA es nuestro PADRE CELESTIAL. Así que nadie está autorizado a poner fechas de nada para el futuro cercano. Sin embargo, los datos que te expondré, mi querido Teófilo (que significa “Amigo de Dios”), son datos históricos que cualquiera los puede constatar al revisar los hechos históricos que investigadores serios han realizado y las investigaciones que grandes teólogos han escrito. Algunos de ellos se podrían equivocar con la conversión de los años del Calendario Hebreo al calendario Gregoriano que usamos nosotros en la actualidad. Pero lo importante, es el cumplimiento de la profecía Bíblica en la vida del pueblo de Israel.

Como punto de partida e introducción, puedo decirles que “Las 70 semanas de Daniel” van dirigidas únicamente a Israel como nación. Nosotros como “gentiles”, como “iglesia de Jesucristo”, estamos en otra categoría o “dispensación”. Según la historia Bíblica, 69 de esas “Semanas” ya se cumplieron al pie de la letra, y sólo resta el cumplimiento de la famosa “Semana 70”. Nosotros (como Iglesia) estamos en ese “paréntesis” que hay entre la semana 69 y la semana 70 de Daniel. Lo que muchos Ministros llaman, el paréntesis de “Gracia” o La gracia para los gentiles. La gráfica siguiente nos da una idea general de este panorama.



Según Dn. 9:20-27, Dios (YHWH) designó que desde que se dio la orden que en Jerusalén fueran reconstruidos sus muros y la plaza, estarían determinadas 70 semanas, o mejor dicho, 70 períodos de 7, dando un total de 490 (70x7). La palabra hebrea “shebha” o shabúa” que se usa para designar “semana” también significa “siete” y se puede usar tanto para días como para años.

En Levítico 25:8 se usa la misma raíz para hacer referencia al año del jubileo. La celebración del jubileo tiene lugar en el año cincuenta, después de 7 períodos de 7 años o, lo que es lo mismo, 49 años (7x7= 49). El número 490 representa años y no días.

Gabriel le dice a Daniel que 490 años “están determinados sobre tu pueblo (Israel) y sobre tu santa ciudad (Jerusalén)”. Esto establece los parámetros alrededor de este reloj. El período de tiempo es de 490 años y éstos dependen del pueblo judeo-israelí de Daniel y de su ciudad santa, Jerusalén. Dentro de estos parámetros tendrán lugar siete eventos:

La prevaricación y el pecado son tan reales actualmente como lo eran en los días de Daniel, ya que las guerras, los asesinatos y los robos son elementos de la vida cotidiana. Leemos que en un periodo de 490 años “se pondrá fin al pecado y que habrá “justicia perdurable”. Pero realizado por Dios y no por los hombres, pues sólo Dios es el Justo Juez.

Ya han pasado más de 490 años desde que Daniel escribiera estas palabras, entonces, ¿por qué no se han cumplido en su totalidad, si ya hace 2500 años que se dijeron?

“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo. (Dan 9:24 RVA)

Los siete eventos de Daniel 9:24 nos hablan de un tiempo futuro en que el Mesías volverá a la Tierra y reinará en ella. Cada uno de los eventos mencionados en la lista de Gabriel habla específicamente de la era Mesiánica. Muchos aplican erróneamente esta profecía a la época durante la que Gabriel le dijo a Daniel que ésta hacía referencia a su pueblo y a su ciudad. Los judíos y Jerusalén son la señal de Dios para las naciones, observando a Jerusalén y al pueblo judío, se puede entender el reloj de Dios.

Los 490 años estaban "establecidos" o determinados en Jerusalén y el pueblo judío. El período de tiempo, 490 años en total, está determinado (la palabra hebrea Charats” o kjaták significa “determinado” o “establecido”) en Jerusalén y el pueblo judío. Cuando se complete el Reloj Profético, los siete eventos se cumplirán en el pueblo judío y Jerusalén, y por extensión, en el resto del mundo, pero Jerusalén y los judíos son la clave para entender este tiempo.

Cuando finalice el período de 490 años, estos eventos se cumplirán en Jerusalén y el pueblo judío.
"Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”. Daniel 9:25 (RVA)

Daniel fue informado en el versículo 24 de que 490 años se dividían en su pueblo y a su ciudad. En Daniel 9:25 se nos desglosa esta división en el tiempo, estableciendo un período de 490 años para el “reloj Profético”, compuesto por 70 unidades de siete años cada una, dando un total de 490 años. Dentro de estos 490 años encontramos puntos de división específicos que hacen referencia a determinados eventos, que nos permiten establecer o determinar el tiempo en cuestión. Anticipadamente, de los versos 24-27, Gabriel le dice a Daniel que habrán marcados 3 periodos: la primera de 7 semanas (7x7=49 años), la segunda de 62 semanas (7x62= 434 años) y la última, la “Semana 70”, que en Apocalipsis se refiere a la Gran Tribulación. Y a su vez esta última la subdividen en 2 mitades de 3.5 años (7 años en total).

El ángel Gabriel amonesta al lector a "saber, pues, y entender" (Vers 25). Pero, ¿qué es lo que debe entender el lector?, pues cómo se divide el tiempo y cuándo tienen lugar las divisiones establecidas.


Bendiciones... (Continuará...)

Semana 70 de Daniel (Parte II)