El Desierto o Canaán (Parte
IV)
Por Wally Santos
Hola
a todos y bendiciones. Los últimos
temas que el Señor me ha permitido publicar van relacionados con aspectos
escatológicos (una rama de los temas
bíblicos que me apasiona mucho), pero en esta oportunidad, quiero
compartirles algunos detalles que aún es necesario abordar en el tema “El
Desierto o Canaán” que en las tres partes anteriores hicieron falta
mencionar (Parte I, Parte II, Parte III).
En
esas publicaciones anteriores, abordamos las características de algunos
enemigos que debemos vencer para poseer nuestra Canaán y qué virtudes espera
Dios ver en nosotros para darnos en posesión esta tierra.
La
salida del pueblo de Israel, desde Egipto hacia la tierra de Canaán, nos muestra
(espiritualmente) la peregrinación
del pueblo de Dios hacia la conquista de la Vida Espiritual plena. Nos muestra el proceso por el que Dios debe
llevar a su pueblo para que “viva” en la Tierra que él nos ha preparado, hay
enemigos es cierto; pero debes saber que ya Dios nos los entregó en nuestra
manos para vencerlos. Sólo debemos tomar
la actitud de Josué y Caleb para que nuestro Señor Jesucristo nos introduzca a
esa nueva esfera espiritual, la cual es quizá, desconocida para la mayor parte
del pueblo de Dios.
En
la actualidad, en los diferentes medios de comunicación (Radio, TV, Internet) vemos una gran cantidad de “ministros del evangelio” predicando
sobre la vida en el Espíritu, el poder del Espíritu Santo, cómo ser un campeón
espiritual, etc. Sin embargo lo enfocan
de una manera tan materialista y mundana, que nos quedamos estupefactos cuando
vemos todo lo que hacen bajo el supuesto “impacto
o la unción del Espíritu”. Pero
cuando lo comparamos con la guía y mapa que el mismo Dios nos dejó para que NO
nos extraviemos (la Biblia), observamos
que están muy alejados de lo que el Señor dejó enmarcado.
Desde
el momento que estudiamos la Biblia a profundidad y bajo la guianza del
Espíritu Santo, es tan hermoso ver “debajo de la letra” los misterios y
tesoros escondidos en el texto bíblico. Ver cómo el texto sagrado resalta en
nuestra mente y corazón, explicado por el bendito Espíritu de Dios que mora en
nosotros. Es motivo de un gran gozo y
expectación de un Dios Todopoderoso que se digna a bajarse a nuestro nivel y
explicarnos con mucha paciencia sus misterios, es maravilloso. Por esa razón era tan apremiante para el
Señor Jesucristo que sus discípulos fueran llenos del Espíritu Santo, que los
envía a aquel recinto para que esperasen ser bautizados y llenados con el
Espíritu Santo:
“Y estando
juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa
del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó
con agua, mas vosotros seréis bautizados
con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” (Hch. 1:4-5)
Una
condición muy importante para que el Señor se lleve a su Iglesia-Novia, es que
esta debe estar bautizada y llenada con el Espíritu Santo. El evangelio tradicional (al estilo Talmai, ver parte III)
predica que la iglesia que se va en el arrebatamiento sólo basta con que acepte
a Jesucristo como su Salvador y ya, listo… para irse cuando suene la trompeta final. Pero al analizar las cartas del apóstol Pablo
nos damos cuenta que también es importante que la candidata a ser Iglesia-Novia
debe estar bautizada y llena del Espíritu Santo, y esa llenura se evidencia en
su nivel de enamoramiento hacia su Amado.
Eso quiere decir que Jesucristo viene por una Iglesia-Novia que está
profundamente enamorada de Él. Pero
estar enamorado del Señor no sólo es estar diciéndole repetidamente “te amo, te amo y te amo”, o estar “sirviendo” en un privilegio de la
iglesia… NO.
El
Señor Jesucristo dijo en Juan 14:21
“El que tiene mis mandamientos y los guarda,
ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me
manifestaré a él.” (Ver. Américas)
La Versión Aramea dice: “El que tiene mis mandamientos y los RETIENE, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi
Padre; y yo lo amaré Y ME MANIFESTARÉ A
ÉL.”
Es
decir que la forma de evidenciar que la Iglesia-Novia ama al Señor es que tiene
interés en Su Palabra, la Estudia y la RETIENE. Entonces, los cristianos que buscan con ansias
la Palabra de Dios REVELADA, es a la que el Señor se le manifestará y le
mostrará cómo conquistar su Canaán espiritual. Sin embargo, cuando observamos el escenario
cristiano, vemos que muy pocos tienen esta característica. Muchos “ministros
del Evangelio” sólo se enfocan (como
ya dijimos) en las cosas del mundo, cuando la misma Palabra de Dios nos
dice que aquí, en esta Tierra, somos sólo peregrinos; pero muchos cristianos
viven el evangelio como para quedarse aquí perpetuamente. Algunos “ministros”
le dicen a su gente que “desempaquen”
porque no hay tales del arrebatamiento y que quienes creen aún en el
arrebatamiento son cristianos con una mente “castrada”,
como lo ha dicho el “famoso” predicador
y motivador de jóvenes Dante Gebel ante miles de personas y Ud. lo puede
verificar en Internet (Youtube). No es mi intensión mencionar nombres de
algunas personas para exponer sus falsedades, pero cuando ya atentan contra la
doctrina bíblica, creo que es necesario evidenciarlos.
Jesús
dijo en su oración al Padre por nosotros (Juan 17:14)
“Yo les he
dado tu palabra; y el mundo los aborreció, PORQUE
NO SON DEL MUNDO, como tampoco yo soy del mundo.”
(RV60)
Nosotros
no somos del mundo, nuestra patria esta en los cielos y por eso debemos buscar
las cosas de “arriba”…. “
“Así que no
estén ansiosos, pues, ni digan:
"¿Qué comeremos?", o: "¿Qué beberemos?", o: "¿Con qué
nos cubriremos?"
Porque LA GENTE DEL MUNDO busca todas estas
cosas, pero su Padre que está en el Cielo sabe que ustedes tienen necesidad de
todas estas cosas.
Pero busquen
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas les serán
añadidas.” (Mat
6:31-33 Ver. Aramea)
Así
que usted, estimado hermano, debe juzgar por usted mismo, cuando vea a un
ministro del evangelio enfocarse sólo en las cosas de la Tierra, sepa que ése
es un falso ministro del evangelio, no importa qué tan famoso sea, o qué tan
grande sea su congregación o qué tan grande sea su ´ministerio´… si le predican sólo de lo bueno que es vivir en la
Tierra (nada más) de seguro es un
falso, y lo más seguro es que llevará a todos sus seguidores al despeñadero, a
la Gran Tribulación que viene para el mundo y para los cristianos carnales que
no quisieron consagrarse para el Señor.
Este
tipo de ´ministros´ están tipificados
en los diez espías que acompañaron a Josué y Caleb cuando fueron a reconocer la
tierra que Dios les daría, pero que debían vencer a los enemigos que la tenían
usurpada. Sin embargo, por no creer que
Dios les había dado ya la victoria, querían infundirle temor y negativismo al
resto del pueblo de Dios, y el Señor los mató con una plaga repentina. Estos diez príncipes de Israel eran parte del
pueblo de Dios (figurativamente representan
a los líderes cristianos de hoy, y que NO están enseñando las verdades de
Dios). Y el final para estos es la muerte espiritual y física (cuando entren a la Tribulación, pues el
tiempo de inicio de ese terrible período para la humanidad está por empezar).
Entonces
podemos decir que la Iglesia-Novia tiene muchos enemigos que quieren impedir
que entre a poseer la Canaán espiritual.
En resumen, algunos de esos enemigos que hemos analizado con
anterioridad son:
-
Los
diez líderes
incrédulos o príncipes de Israel (figura
de los falsos ministros del evangelio, que influyen de forma negativa dentro de
la iglesia actual).
-
Talmai: Figura del espíritu inmundo que promueve los
tradicionalismos religiosos que imperan dentro de muchas Iglesias.
-
Sesai: Tipo del espíritu
inmundo que alimenta el carácter religioso (o
religiosidad) que existe dentro del cristianismo carnal.
-
Ahiman: Un claro ejemplo del
espíritu inmundo que motiva la falta de hermandad y la traición dentro de la
congregación.
-
Anac: Figura del enemigo espiritual que promueve el
egoísmo y la falta de humildad.
-
Arba: Ejemplo del espíritu inmundo que lleva a la
cristiandad por los caminos del
humanismo, haciendo que el cristiano confíe en su propia fuerza y no en
la de Dios.
-
Goliat: Otro enemigo espiritual que empuja al
cristiano hacia la vanagloria y la fama motivados por actitudes carnales y procedimientos
humanos.
Cruzando el Jordán:
Es
interesante observar que, luego de que los israelitas cruzaran el Mar Rojo, el
desierto del Sinaí, y por último el Río Jordán, ahora el Señor les indica que
deben circuncidar a todos los varones nacidos en el desierto (Jos. 5:1-12).
Esto era necesario pues todos los varones que salieron de Egipto (a excepción de Josué y Caleb), quedaron
postrados (muertos) en el desierto por rebelarse contra Dios, y los que
habían nacido durante los 40 años en el desierto y que entraban a Canaán, no
estaban circuncidados.
Veamos
la ruta que el cristiano (candidato a
Iglesia-Novia) debería seguir, en la siguiente gráfica:
Todo
este trayecto tiene una gran enseñanza para nosotros. Recordemos que Israel sale de Egipto (simboliza el dejar nuestra vieja manera de
vivir en el mundo), cruzan el Mar Rojo (simboliza
nuestra conversión al Señor, aceptando el sacrificio de Cristo para nosotros y
el rociamiento de su sangre bendita para hacernos de su propiedad). Luego Israel atraviesa el desierto del Sinaí,
que tipifica nuestra nueva vida en Cristo, pero con muchas limitaciones, porque
el desierto no es para vivir allí, sólo se va de “paso”, pues nos dirigimos hacia Canaán. Y ahora el Señor le da indicaciones al
pueblo para que pasen el Río Jordán.
Este paso por el río simboliza el bautismo del Espíritu Santo con la
evidencia de hablar en nuevas lenguas.
Y
a partir de aquí es que empieza una vida llena de sobrenaturalidad para el
cristiano, porque el bautismo con el Espíritu Santo es la investidura de poder
para crecer espiritualmente en este ambiente y luego llegar finalmente a la
madurez plena en el Espíritu, es decir llegar a Canaán. Pero antes de dirigirse
a Canaán, el Señor le dice a Josué que circuncide a los varones. Esa circuncisión significa que debemos “cortar la carne”, es decir todas
aquellas actitudes carnales que nos impiden alcanzar la estatura espiritual que
el Señor quiere para nosotros.
Si
el cristiano decide irse por la ruta “A”, entonces su vida espiritual irá en
constante crecimiento, reconociendo a los cinco ministerios (apóstoles, pastores, profetas, maestros y
evangelistas) y siendo ministrado por ellos para que le ayuden a llegar a
la madurez espiritual (Efesios 4:11-14). Estando
en ese proceso guiado por el Espíritu Santo, experimentará vivencias
sobrenaturales con el Señor. Porque este
evangelio bendito es sobrenatural y nuestro Dios es un Dios VIVO. Comprendiendo
la Palabra revelada, será preparado para estar listo cuando su Señor venga por
él, lo transforme y lo lleve en el arrebatamiento tal como lo enseña el apóstol
Pablo (1 Cor. 15:51-52, 1 Tes. 4:15-17)
y posteriormente a las Bodas del Cordero. Sin embargo, si el cristiano se va por
la ruta “B”,
es
salvo, pero llevará una vida religiosa y con tradicionalismos humanos y
sus líderes (con esa misma naturaleza) lo
llevarán por la ruta de una iglesia ajustada a los conceptos del mundo y
terminará en la Tribulación para que allí lave sus vestiduras, es decir que
tendrá que consagrarse entregando literalmente su vida física ante los verdugos
del Anticristo y del Falso Profeta, y además, por seguir esta ruta perderá la
oportunidad de llegar a ser esposa del Cordero, aunque es salvo. Aceptar a Cristo como nuestro salvador
personal, nos libra de la condenación eterna, pero para llegar a ser la Iglesia-Novia
que se va en el arrebatamiento, es un premio a su amor y fidelidad al Señor.
Esquema de la ruta de la Iglesia_Novia y la Iglesia-Carnal
Ahora
bien, el Bautismo en el Espíritu Santo es vital para el cristiano, pues es la
investidura del poder de Dios sobre nuestra vida y tiene como evidencia hablar
en otras lenguas, como lo indica la Palabra de Dios:
“Cuando
llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino
del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda
la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como
de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y COMENZARON A HABLAR EN OTRAS LENGUAS, según el Espíritu les daba
que hablasen.” (Hch. 2:1-4 RV60)
“Mientras
aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu
Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la
circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también
sobre los gentiles se derramase el don
del Espíritu Santo. PORQUE LOS OÍAN
QUE HABLABAN EN LENGUAS, y que magnificaban a Dios.” (Hechos 10:44-46 (RV60)
“Cuando
oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre
ellos el Espíritu Santo; y HABLABAN
EN LENGUAS, Y PROFETIZABAN.” (Hch. 19:5-6
RV60)
Y
luego, el apóstol Pablo nos enseña algo más sobre el hablar en lenguas:
“Porque el
que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le
entiende, aunque POR EL ESPÍRITU HABLA MISTERIOS.” (1 Cor. 14:2)
“Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en
lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que
el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba
edificación.”
(1 Cor.14:5 RV60)
“Doy
gracias a Dios que HABLO EN LENGUAS más
que todos vosotros” (1 Cor.14:18
RV60)
Es
necesario entender que, si deseamos avanzar hacia Canaán, debemos anhelar ser
bautizados por el Espíritu Santo. Y luego de ello, comprenderemos también que
debemos ser “circuncidados” (en nuestro
corazón). Esto último es tarea del
Espíritu Santo trabajando en nosotros, cuando nos disponemos a obedecerle. El mayor enemigo del cristiano no es Satanás,
sino la CARNE que habita en su
alma. Por esa razón Jesucristo enseñaba
que “cada día” nos negáramos a
nosotros mismos (carne), tomáramos su
Cruz (para crucificarla allí) y lo
siguiéramos:
“Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mat.16:24
RV60)
“y el que
no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” (Mat.10:38 RV60)
En
cuanto a la tarea del Espíritu Santo trabajando en nosotros, debemos entender
algunos aspectos. Una cosa es recibir al Espíritu Santo en nosotros,
otra cosa es recibir el Bautismo del
Espíritu Santo, otra la Llenura del
Espíritu Santo y otra la o las
unciones del Espíritu Santo.
Cuando
recibimos a Cristo como nuestro Salvador, allí recibimos
al Espíritu Santo, de allí en
adelante mora en nosotros y es lo que nos hace propiedad de Dios (Efe. 1:13, 4:30). El Bautismo del Espíritu Santo es la
investidura del poder de Dios (Hch. 1:8),
que nos permite (entre otras cosas) pelear
con más eficacia las batallas espirituales contra el enemigo (Efe. 6:10-13), hablar en nuevas lenguas
o misterios con Dios (1 Cor. 14:2),
activa otros dones espirituales para la edificación de la iglesia (1 Cor. 14:12), etc. En
cuanto a la “llenura del Espíritu Santo”, diremos que, inicialmente se recibe con el
Bautismo en el Espíritu Santo. El
Bautismo en el Espíritu Santo se recibe una sola vez y allí queda activado el
PODER, pero la “llenura del Espíritu Santo” se puede recibir cuantas veces sea
necesario (Hch. 6:3, 13:52). Lo ideal
sería mantenernos “llenos” del
Espíritu Santo, pero con el transcurrir de nuestra vida cristiana, esa “llenura” puede disminuir si no buscamos
constantemente al Señor. Ud. mismo es testigo que a veces un cristiano
tienes días de “éxito y victoria” y
hay días en que siente “besar el
suelo”. ¿Por qué sucede lo
segundo? Sin lugar a dudas porque la “llenura” (que ya no es llenura) ha disminuido, pero a Dios gracias podemos
acercarnos a Trono de su Gracia y “recargar”
nuestras baterías espirituales. Pablo
le recomendaba a sus discípulos que buscaran constantemente el ser llenos del
Espíritu Santo (Efe. 5:18-20) y no de
otras cosas.
Cuando
se está lleno del Espíritu Santo, generalmente el cristiano hace lo que dice el
verso 19 y 20 de la cita anterior: Por sus labios fluyen Salmos cuando habla
con otros hermanos, también canta y alaba al Señor con gozo en su corazón y da
gracias a Dios por todo lo que le sucede (sea
bueno o sea adverso, pues reconoce que
en Dios no hay despropósitos para su vida).
Hasta
para predicar y enseñar la Palabra de Dios se necesita del poder del Señor, vea
cómo Pablo y qué poder actuaba en él para transmitirla:
"y ni
mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios."
(1 Cor. 2:4-5 RV60)
La unción (o unciones) del Espíritu Santo son visitaciones
especiales del poder de Dios sobre nuestra vida. El cristiano que tiene el Bautismo en el
Espíritu Santo ya tiene un poder de parte Dios activado en su ser, pero en
ocasiones se necesita una “ayuda extra” de
parte de Dios. Veamos como ejemplo al
profeta Elías, él fue un tremendo siervo de Dios. Hizo portentos maravillosos de parte de Dios
y él acostumbraba decir “Vive Jehová en cuya presencia estoy”, eso
muestra que Elías siempre estaba en comunión con el Señor, pero en una ocasión
fue perseguido por la diabólica Jezabel (esposa
del rey Acab) y él temeroso se fue a esconder al desierto y se puso bajo un
arbusto de enebro (1 Reyes 19:1-8). ¿Qué pasó con el poder con que Dios lo
usaba? Seguramente esa prueba hizo que su unción disminuyera y necesitaba algo “extra” de Dios. El Señor en su misericordia, le envía un
ángel con una torta cocinada (de seguro
en cielo) y se lo da a comer, luego de comérsela se sintió fortalecido y continuó su
camino por 40 días y 40 noches. Esa fue
una “unción muy especial” que Elías
recibió en un momento de necesidad.
Otro
ejemplo es David, cuando era un joven pastor, hubo momentos en que un león o un
oso quería atacar a su rebaño, y él se enfrentaba a esos animales salvajes y
los mataba. ¿Cómo un jovencito pastor
podía enfrentarse a un animal salvaje como esos? Sólo bajo una unción especial
de parte de Dios (1 Sam.17:32-37),
esos animales son figura de fieras demoníacas a quienes debemos enfrentar sólo
bajo la unción del Señor. No está demás decir que, sólo un cristiano ungido
puede o debería enfrentarse a gente endemoniada para liberarla, o para
ministrar a otros, pues es aquí donde el poder del Espíritu Santo actúa.
Otro
ejemplo lo tenemos en Pablo. En una
oportunidad él estaba predicando en una ciudad llamada Filipos, allí predicaron
durante varios días y cada día (cuando
iban a la oración) les salía al encuentro una mujer con espíritu pitoniso (adivinadora) y siempre le decía a la
gente “Estos hombres son siervos del Dios
Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.” Pero al
final, Pablo reprendió al espíritu inmundo que controlaba a la mujer y la
liberó. La pregunta es ¿Por qué no lo
reprendió desde el primer momento? Porque seguramente Pablo en los primeros
días trataba de “discernir” qué
espíritu movía a esa mujer, pero cuando vino una unción especial sobre
Pablo, supo que eso no era de Dios y liberó a la mujer (Hch. 16:11-20).
Entonces,
se da cuenta usted que tener la unción del Señor NO es simplemente pasar a la
gente al frente de la plataforma y “botarla”
y levantarla y volverla a tirar al suelo haciendo un Show de eso. No es
tomar una pelota y tirarla sobre la gente y que estas convulsiones y caigan al
suelo, como hacen algunos (a esto le
llaman la unción de la pelota). No es hacer que les aparezca “oro” o “aceite” en las palmas de las
manos a la gente. Nuestro Señor NO es
un Dios que hace Shows con el poder.
Quienes hacen esas cosas son falsos ungidos y falsos ministros del evangelio.
Entrando a Canaán
La
primer cosa que Dios le ordena a Josué luego de pasar el río Jordán es (como ya lo mencioné) circuncidar a los
hombres (Jos. 5:1-9). Y esto
significa “quitar la carne” que nos sobra, es decir todas las actitudes
carnales que nos impiden alcanzar las bendiciones y propósitos de Dios en
nuestra vida.
Obviamente
en el Antiguo Testamento, esta operación sólo se realizaba en los varones. Recordemos que todos los hombres que salieron
de Egipto murieron en el trayecto del desierto, a excepción de Josué y Caleb,
quienes fueron los únicos que entraron a Canaán. Pero ahora Dios le dice a Josué que circuncide
a todos los varones que entraron a Canaán, los que habían nacido en el desierto
durante los últimos 40 años, y llamaron a ese lugar Gilgal que significa “Círculo de piedras, oprobio, rodar”, y esto nos habla de que,
en Gilgal debe quedarse la “rutina carnal” para que podamos
avanzar en nuestra vida espiritual. Un
cristiano carnal, no puede vivir las colosales experiencias sobrenaturales con
Dios.
La
enseñanza que Dios nos deja ver es que ahora la circuncisión es la del corazón:
Deut.10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro
corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. “
Jer.
4:4 “Circuncidaos a Jehová, y quitad el
prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea
que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la
maldad de vuestras obras.”
Luego
Pablo también lo menciona hablándole a los de la circuncisión:
“… y la circuncisión es la del corazón,
en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de
Dios.” (Rom 2:29 RV60)
Esto
significa dejar de ser rebelde y orgulloso, y más bien ser obediente a los
mandatos del Señor.
Un
detalle impresionante que nos enseña la Palabra de Dios, es que luego de
circuncidar al pueblo, celebran la pascua (Vrs.
10-12), y les
cambian la dieta. En el
desierto sólo comieron Maná, y luego de la Pascua podían comer del fruto de la
tierra. El maná simboliza la Palabra de
Dios para los niños espirituales, es decir la doctrina básica, los rudimentos
del evangelio (Heb. 5:11-14). El
cambio de dieta significaba que ahora ya
estarían en otra dimensión (en
Canaán). Y en Canaán el “alimento” es otro. En Canaán hay
vianda sólida, alimento para los maduros.
La
doctrina básica es indispensable para los niños espirituales, con ese nivel de
Palabra de Dios, los recién convertidos irán creciendo en el conocimiento del
Señor. Pero no toda la vida el cristiano
deberá comer este tipo de alimento, necesita comida sólida para madurar en el
Señor. Cristo Jesús viene por una
iglesia “madura” para casarse
(luego del arrebatamiento), pues él
no se casará con una niña. De allí que
debemos entender que es necesario crecer, madurar espiritualmente, para poder
estar listos cuando nuestro Amado venga por su pueblo, el que se dejó madurar
con la Palabra enseñada por los cinco ministerios. Sin embargo, hay congregaciones que no creen
en los cinco ministerios, omiten o no
creen en el ministerio apostólico y/o profético, entonces estos
cristianos NO podrán madurar a la estatura del varón perfecto que explica
Efesios 4:11-14. Se necesitan a los
cinco ministerios fungiendo bajo la unción del Espíritu Santo, y
no sólo dos o tres ministerios. Hay congregaciones que sólo creen en el
ministerio pastoral, evangelístico y maestro, pero al menos, ¿estos
son ungidos?
Observe
cómo los apóstoles Pedro y Pablo se refieren a la necesidad de escuchar los dos
grandes niveles de la Palabra de Dios, la “leche espiritual” y la “vianda
sólida”:
Acerca
de la leche espiritual:
“Desechando,
pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las
detracciones, desead, como niños recién nacidos, LA LECHE ESPIRITUAL no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación…”
(1 Pedro 2:1-2 RV60)
Aquí
Pedro nos muestra que sí es necesaria la “leche
espiritual” para que por ella crezcamos en la doctrina de la salvación,
pero no debemos quedarnos sólo con eso, vea lo que Pablo dice sobre la “leche y la Vianda Sólida”:
“Porque
debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se
os vuelva a enseñar cuáles son los primeros
rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de LECHE, y no de
ALIMENTO SÓLIDO. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es
niño; pero el ALIMENTO SÓLIDO es para
los que han alcanzado MADUREZ, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Heb 5:12-14 RV60).
La
versión Torres Amat es más clara aún:
“12 Pero quien
se cría con leche, no es capaz de entender el lenguaje de perfecta y
consumada justicia, por ser un niño en
la doctrina de Dios.
13 Mientras
que el manjar sólido es de varones perfectos; de aquellos que con el largo
uso tienen ejercitados los sentidos espirituales en discernir el bien y el mal.
14 Dejemos, pues, a un lado las instrucciones
que se dan a aquellos que comienzan a creer en Jesucristo, y elevémonos a lo
que hay de más perfecto,…”
El
Nuevo testamento de Pablo Besson dice:
“13 Porque todo aquel que vive de leche no es hábil en palabra de justicia porque
es infante,
14 mientras que los hombres hechos toman el
manjar sólido, aquellos que por el uso tienen los sentidos ejercitados para el
discernimiento del bien y del mal.”
Acerca
de la Vianda Sólida:
“6 Sin
embargo, HABLAMOS SABIDURÍA ENTRE LOS
QUE HAN ALCANZADO MADUREZ; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los
gobernantes de este siglo, que van desapareciendo,
7 sino que HABLAMOS
SABIDURÍA DE DIOS EN MISTERIO, la sabiduría oculta que, desde antes de los
siglos, Dios predestinó para nuestra gloria;
8 la sabiduría que ninguno de los gobernantes
de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no habrían
crucificado al Señor de gloria;
9 sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO,
NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA
PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.
10 Pero DIOS
NOS LAS REVELÓ POR MEDIO DEL ESPÍRITU, porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun las profundidades de Dios.”
(1 Cor 2:6-10 RV60)
Es
necesario “avanzar” en la revelación
de la Palabra, pues es la Palabra de Dios la que nos engendra en el reino de
Dios. Por eso es muy importante de quién
nos enseña la Palabra, pues si es un ministro primario de los cinco ministerios
y ungido, entonces seremos alimentados adecuadamente, entenderemos los
misterios de Dios y siempre habrá algo nuevo de parte de Dios para nosotros; de
lo contrario nos conducirán por la ruta “B”
que mencionamos anteriormente.
“siendo renacidos,
no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1 Pedro 1:23 RV60)
“Por lo
cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual
puede salvar vuestras almas.” (Stg_1:21 RV60)
“El, de su
voluntad, nos hizo nacer por la
palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” (Stg.1:18 RV60)
Cuando
se está en Canaán, hay abundancia de Palabra de Dios, hay revelación fresca,
hay Rhemas de Dios cada día y eso es maravilloso. La Biblia es un deleite pues cobra vida, cada
día hay cosas nuevas por aprender y misterios por descubrir. La oración es un
deleite pues es una conversación con el Dios de la Gloria, es nuestro amigo con
quien podemos platicar en confianza. En Canaán se puede experimentar qué es
adorar a Dios en Espíritu y Verdad. Qué
hermoso es escuchar la voz de Dios, uno se vuelve “adicto” a esta sobrenaturalidad.
Si me dieran a elegir entre… a) estar botando gente en los púlpitos y
haciendo que a la gente le salga ”oro” en las manos; o b) estar en la presencia
de Dios escuchando su voz y conociendo más de sus secretos, y preparando a la
Iglesia-Novia para su encuentro con Su Señor…. Prefiero lo segundo. Cada día me quiero enamorar más y más de mi
Señor.
En
diversas oportunidades he conversado con algunos predicadores, y muchos de
ellos no comprenden qué es tener “Revelación de la Palabra”. Ellos piensan que tener revelación de
la Palabra es para re-editar una nueva biblia o para agregarle algo más de lo
que ya está escrito, y lejos esté de nosotros esa forma de pensar. La Biblia es una sola y hay sentencia de
Dios para el que quiera agregarle o quitarle algo. Cuando hablamos de “tener Revelación” es que
Dios en su misericordia nos enseña cosas nuevas, incluso, en una misma
cita. Por esa razón el apóstol Pablo le
preguntaba a sus discípulos de que, si había alguna “Revelación” cuando se
reunían:
“¿Qué hay,
pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene
doctrina, tiene lengua, TIENE REVELACIÓN,
tiene interpretación. Hágase todo
para edificación.”
(1 Cor. 14:26)
“sino como
está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL
HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.” (1 Cor. 2:9 RV60)
Lo
cierto es que, un cristiano que busca constantemente del Señor, se consagra y
ama al Señor, permaneciendo en Canaán, siempre tendrá revelación de la Palabra,
bien sea por medio de un siervo ungido que se la enseñe o que Dios se la dé
directamente. Según la cita anterior,
aún hay misterios por ser revelados en la Palabra, cosas tremendas y Dios se
las dará a quien lo ame con todo su corazón. ESO SÍ, esas nuevas
revelaciones jamás irán en contra de lo que ya está escrito, pues de lo
contrario será una herejía, y todas las herejías debemos desecharlas.
Luego
que Josué pasó el Jordán, circuncidó al pueblo y luego de probar la nueva
dieta, ahora debe tomar la tierra prometida, allí hay otros enemigos a los
cuales debe vencer y “matarlos” para
poseer la tierra. En Canaán había 31
reyes que debían ser vencidos y eliminados, la mayoría de ellos eran gigantes.
Eso quiere decir que ya en Canaán, disfrutando de la nueva dimensión
sobrenatural a la que Dios nos ha llevado, debemos enfrentarnos con otros
enemigos. Esos enemigos representan las
áreas rebeldes que aún hay en el alma y que deben ser vencidas. Eso nos habla de “MINISTRACIÓN” al
alma. El problema, nuevamente, es que
muchas congregaciones NO creen en la ministración, No creen que un cristiano
pueda estar estorbado por un espíritu inmundo o un demonio, o incluso estar
endemoniado. Muchos creen que es “imposible”
que un cristiano pueda tener demonios.
El problema entonces, es que, como no creen en esas condiciones
espirituales, nunca se ministrarán, y por lo tanto no disfrutarán de los
beneficios de poseer Canaán, y por no ministrarse podrían perder la oportunidad
de llegar a ser Iglesia-Novia, e irse en el arrebatamiento.
Ahora
ustedes ya tienen algunos elementos de juicio para determinar si en la congregación
donde están es una iglesia que va por la Ruta “A”
o por la “B”. Si analizan que los llevan por la ruta “A”, la ruta que los llevan por la sana
doctrina, donde hay abundancia de Palabra de Dios y ministración al alma, y los
está introduciendo a la Canaán espiritual, entonces van por buen camino. Pero si determinan que los llevan por la
Ruta “B”, donde el denominador común es un
evangelio de la falsa prosperidad, donde sólo se hace énfasis en las cosas
materiales y que todos los objetivos son para esta Tierra, donde hay un
evangelio tradicional y religioso, un evangelio donde sólo hay palabra evangelistica
pero nunca se discipula para madurar a la congregación, y que nunca hay algo
nuevo de Dios, entonces deberían considerar buscar una iglesia donde realmente
se predique el verdadero evangelio, el que está apegado a la Biblia.
Finalmente
quiero dejarles esta cita de Marcos 16:15-18 (versión Aramea)
“Y les
dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen MI
EVANGELIO a toda la creación, El que crea y sea bautizado será salvo; pero
el que no crea será condenado. Y ESTAS
SEÑALES SEGUIRÁN A LOS QUE CREAN: en mi Nombre echarán fuera espíritus malos, hablarán nuevas lenguas; tomarán
serpientes, y si beben algún veneno mortífero no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán las manos y sanarán.”
La
Iglesia-Novia predica el evangelio de Cristo, y no el de los hombres. El
evangelio de los hombres (humanismo
dentro de la iglesia) dicen que no hay cinco ministerios, que no hay
lenguas del Espíritu, que no existen demonios en los cristianos, que no hay
Palabra Revelada hoy, que no hay ministración al alma, que Cristo ya no viene
por su iglesia, que no hay una Tribulación, que sólo les predican de la
prosperidad de la Tierra pero no la del Espíritu, etc.
Anhelemos
estar cimentados y creciendo… en el Evangelio de Cristo. Bendiciones para sus vidas y hasta la
próxima.